La mejor propina en dinero que recibió un dealer de póker

dealer de poker

Esta es una historia de un dealer de póker que hace de este un juego genial. Sucedió en el casino Rivers de Pittsburgh, West Virginia, en los Estados Unidos, durante el verano de 2022. El juego se venía desarrollando sin grandes sobresaltos hasta que saltó el bad beat jackpot más grande del que haya registro en los Estados Unidos.

Como resultado, tras este juego de póker con dinero los jugadores de la mesa obtuvieron ganancias millonarias que alcanzaron los US$61K. Pero ellos no fueron los únicos afortunados de la mesa, ya que el dealer recibió un regalo que cambiaría su vida para siempre.

La historia se hizo famosa a través de la red social Facebook. La noticia circuló en un grupo de dealers. Allí se reveló que el dealer de aquella privilegiada mesa fue agasajado con una propina de 80 mil dólares.

¿Cómo fue la jugada?

A continuación, les contaremos cómo fueron los pasos que llevaron a la explosión del bad beat jackpot.

En la mesa de póker con dinero estaban Benjamín Flanagan, quien estaba haciendo todo lo posible para sacar lo mejor de su set de ases pinchado en el flop; y Raymond Brodersen, quien logró una escalera real gracias a una reina de picas.

La mano repatida por el dealer de póker siguió su curso hasta que un as hizo el jackpot se volviera realmente posible. Tras eso, todas las apuestas fueron al centro y, finalmente, Mr. Benjamin Flanagan logró lo que nunca pensó que lograría: el mejor bad beat de su vida.

En ese momento, el pozo llevaba más de un año acumulándose, por lo que había alcanzado los US$1.226.765. Tras apostar a su suerte, Mr. Benjamin Flanagan se llevó US$490.708, mientras que Raymond Brodersen logró un premio nada modesto de US$368.029. Los otros seis jugadores que integraban la mesa obtuvieron premios de US$61.338. Finalmente, el dealer de póker obtuvo la mejor propina de su vida, unos US$ 80.000 que le cambiarían la vida para siempre.

Un récord histórico

De acuerdo a varios medios especializados en Póker de los Estados Unidos, este hecho marcó un hito en la historia del juego, ya que se trató del Bad Beat Jackpot más grande de los Estados Unidos, donde jamás se había dado una situación de este tipo, alcanzando montos de más de un millón de dólares.

Por esa razón, la mesa y el dealer de póker que reunió a Mr. Benjamin Flanagan, Raymond Brodersen y otros seis jugadores en una tarde de verano en el Rivers de Pittsburgh pasará a la historia, por lo menos hasta ser superada por otra, cosa que es muy improbable.

Si bien este hecho es un récord histórico para los Estados Unidos, en otras partes del mundo ya ha sido superado. De hecho, en el Playground Club de Montreal, Canadá, a solo tres meses de lo sucedido en el casino Rivers de Pittsburgh, una mesa de póker hizo estallar un Bad Beat Jackpot de US$2.228.425, superando ampliamente lo relatado. Sin embargo, en aquella ocasión, los jugadores no fueron tan generosos con el dealer de póker.

El encargado del casino Rivers de Pittsbourgh expresó su alegría, ya que se trata de eventos extraordinarios que nadie puede prever y que tienen un impacto muy positivo en el casino. Usualmente, el casino pone 2.500. Así comienza el bote que, posteriormente, va transformándose en una cifra más grande gracias a lo que se acumula con el rake. Para alcanzar este premio hay que ser realmente afortunado, ya que él o la jugadora necesitarán ser bad veteado habiendo obtenido un póker de diez en adelante, lo cual es muy poco probable.

Además de tener la suerte suficiente como para llegar a hacer saltar el Bad Beat Jackpot, también juega la suerte en relación al tiempo de acumulación del pozo. Sin dudas, no es lo mismo sacarlo cuando lleva acumulándose apenas un par de meses que cuando se logra tras un año o más de acumulación.

En conclusión, el póker es un juego genial que está lleno de historias maravillosas y, cuando una mesa es lo suficientemente afortunada como para marcar un hito, todos los participantes son beneficiados con grandes premios, inclusive el dealer de póker, que obtiene una jugosa propina por haber contribuido a la suerte de los jugadores repartiendo las cartas indicadas.

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